jueves, 17 de mayo de 2007

Gutierrez, sol y sombra.

No existe jugador que cree en mí sensaciones tan opuestas como Guti. Capaz de lo mejor y lo peor, ciertamente a uno se le hace difícil imaginar un Madrid sin él, un canterano que lleva toda su vida en el equipo. Adorado unas veces, odiado otras, ha sido capaz de sobreponerse a las barreras más difíciles a las que puede enfrentarse un futbolista: el paso de los años, la llegada de numerosos fichajes para ocupar su posición, y un continuo cambio de demarcación. Pese a todo esto, es raro el año que Guti no ha terminado siendo titular, o muy importante para el equipo. Ha sido mediopunta, centrocampista ofensivo y defensivo, extremo derecho e izquierdo, segundo delantero y delantero centro. Es cierto que tanto cambio ha sido muchas veces la explicación a su bajo rendimiento, pero su mayor problema ha radicado siempre en su carácter. Muy pasivo a veces e incapaz de ignorar las provocaciones, Guti ha pecado a menudo por defecto o por exceso de carácter, y eso, ha enfurecido demasiadas veces al Bernabéu. Tiene colgada la etiqueta de jugador irregular -ganada por mérito propio, dicho sea de paso-, pero es evidente que irregular debido a su actitud, jamás a su aptitud. Porque por calidad es imposible que se trate de un jugador irregular. Sus botas encierran tanto o más fútbol que los cerebros intocables del fútbol español, y a mi juicio nada tiene que envidiar a Xavi, Fábregas o Iniesta en lo que a creación, visión o pases se refiere.

Pese a todas las críticas recibidas (a las que no quito razón), cuando Guti no esté se le echará de menos. Ha hecho enfadar al madridismo como el que más, con su parsimonia y sus tonterías de “niño llorón”, pero a su vez, ha brillado muchas veces como pocos, leyendo el fútbol muchos renglones por delante de los demás, viendo pases donde no los había, y marcando goles magistrales.


A su edad, está probablemente ante sus últimos años como madridista, y nunca ha podido quitarse de encima aquello de "la eterna promesa". Es una verdadera lástima que semejante jugadorazo haya padecido siempre de una mentalidad y un carácter impropio de un superclase, y Guti lo podría haber sido.



2 comentarios:

Wade #3 dijo...

Buen suplente, mal titular. En cuanto se siente titular, baja drasticamente su rendimiento. Es un caso similar a De la Peña, los dos jugadores con mejor vision de juego en España, dotadisimos tecnicamente, pero que por no tener la mentalidad adecuada no llegaran nunca a lo que podrian haber llegado (De la Peña mas porque el mismo tiro sus mejores años como profesional a la basura, al ir deambulando por Italia y Francia).

ET_gasol dijo...

Gran jugador, que podría haber sido mucho más de lo que es en la actualidad. Es el claro ejemplo del típico jugador que va sobrado para jugar a esto, pero se conforma con permanecer en la plantilla del Madrid,dejándose llevar y dando muestras de su calidad esporádicamente (ojo, que no es poco) , en vez de haberse convertido en el referente de este equipo junto a Raúl, y un jugador que marcara época en este equipo. Desgraciadamente Guti, se ha conformado con la primera opción... y todos sabemos que no será el último jugador con esta mentalidad. Con una buena cabeza podía haber llegado mucho más lejos, pero su tren ya pasó.