jueves, 17 de mayo de 2007

La fuerza del destino

El destino marcó a Andrés Palop la noche del 15 de marzo en Donetsk. El cancerbero valenciano no quería dejar pasar la oportunidad de conquistar su tercera Copa de la UEFA, y le dio al equipo el empujón que necesitaba para seguir adelante y llegar a esta final en una de las etapas agónicas que tuvo que superar su equipo para llegar a Hampden Park, junto al gol de Robbie Keane en el Pizjuán y el de Soldado en el Reyno de Navarra, entre otros.

El camino del Espanyol en esta competición ha recordado al archiconocido "vini, vidi, vinci" de Julio César. Entre goleada y goleada ha llegado el equipo catalán a la final, con un único bache: el fatídico minuto en el que el Benfica consiguió dos tantos y se quedó a un gol de igualar la eliminatoria. Ni los fantasmas de Leverkusen hicieron mella en el partido de Bremen, donde también ganaron los periquitos sin demasiados problemas.


Sin embargo, llegó la final, y todo parecía distinto: el Sevilla tomó la manija del partido mientras el Espanyol esperaba agazapado una oportunidad. Según pasaban los minutos, las tornas se iban cambiando, y las armas del Espanyol fueron utilizadas por un Sevilla que montó una contra rapidísima en la que Adriano puso el primer gol a pase del MVP del partido: Andrés Palop.

El Sevilla contaba, sin embargo, con un gran problema: la alineación inicial presentaba un agujero en la banda derecha, solo cubierta por Dani Alves con las leves ayudas de Martí. Todo esto partía de la baja forma presentada por Jesús Navas desde su lesión de rodilla y la ausencia de un recambio de nivel y experimentado. Una contra iniciada por de la Peña aprovechó poco después esa debilidad sevillista, Riera aprovechó los espacios para llegar al borde del area y conseguir el empate.

A partir de ese momento, el Espanyol creyó en la victoria y comenzó a hacerse más y más fuerte, acumulando ocasiones hasta que una desafortunada acción de Moisés Hurtado dejó a su equipo en inferioridad numérica. Valverde quedaba con tres delanteros, un mediapunta y un extremo en ataque y tan solo cuatro jugadores para defender: la única solución pasaba por sacar del terreno de juego a los dos actores principales del equipo espanyolista: Tamudo y de la Peña tuvieron que abandonar el terreno de juego para dar paso a Lacruz y Jonatas, dejando al equipo con un dibujo de 4-4-1, con Zabaleta y Jonatas en mediocampo, Luis García y Riera en bandas y Pandiani arriba.

Sin embargo, ante esta situación el Sevilla estaba crecido y había iniciado su asedio a la portería perica. Todo parecía terminado cuando Kanouté lograba el desempate en la última jugada de la primera parte de la prórroga, pero tras varias ocasiones perdonadas por los rojiblancos, Jonatas aprovechó un balón y con un disparo formidable logró el empate soñado por la afición espanyolista.



El Espanyol logró llegar a la tanda de penaltis, pero en ella volvió a aparecer la fuerza del destino. Andrés Palop no podía dejar escapar su tercera copa de la UEFA, e hizo honores para proclamarse mejor jugador de la competición tras parar tres de los cuatro penaltis lanzados por el Espanyol y conseguir que su equipo se alzara con el título.

El Sevilla consiguió así alzarse con su segunda copa consecutiva, mientras el Espanyol acumulaba una segunda desilusión. Sí, otra vez el destino estaba marcado, en otra tanda de penaltis. Nunca un subcampeón pudo salir de una final con la cabeza tan alta como este equipo.

RCD Espanyol: Gorka; Zabaleta, Jarque, Torrejón, David García; Moisés Hurtado, De la Peña (Jonatas, m.87); Rufete (Pandiani, m.56), Riera, Luis García y Tamudo (Lacruz, m.72).

Sevilla FC: Palop; Daniel Alves, Javi Navarro, Dragutinovic, Puerta; Maresca (Jesús Navas, m.46), Martí, Poulsen, Adriano (Renato, m.76); Kanouté y Luis Fabiano (Kerzhakov, m.64).

Goles: 0-1 Adriano (m.18), 1-1 Riera (m.28), 1-2 Kanouté (m.105), 2-2 Jonatas (m.116)

Tanda de penaltis: 0-1 Kanouté, gol. 0-1 L.García, para Palop. 0-2 Dragutinovic, gol. 1-2 Pandiani, gol. 1-2 Alves, arriba. 1-2 Jonatas, para Palop. 1-3 Puerta, gol. 1-3 Torrejón, para Palop.

2 comentarios:

Montu dijo...

Ni en sus mejores sueños hubiese imaginado Palop una UEFA tan increíble como la que ha hecho.(un gol que servia para no caer eliminados, un asistencia en la final, 3 penaltis parados).

Enhorabuena al Sevilla.

Anónimo dijo...

Soy perico y estuve en Glasgow. Este equipo está hecho con poco dinero, y mucha gente de la casa, tiene casta y orgullo y una afición impresionante. Si que el himno del centenario del Sevilla es bonito, pero nosotros nos pasamos el partido cantando y eso que el partido no nos iba de cara.

El Espanyol fue mejor y perdió.

Pero volveremos para ganar la Uefa.